El Cuco y La Noguera.
A todos aquellos y aquellas que no pudieron o no tuvieron la oportunidad de conocerlo, he de decir en su defensa que era un hombre con los pies en la tierra, de pueblo hasta la médula, conformista, de esos hombres que aunque jóvenes son viejos, antiguos, ya no sólo en aspecto sino también con todas las luces y sombras que dicha descripción conlleva. De esas personas de palabra donde esa misma palabra, si hiciese falta iba a misa, incluso muchas veces él haciendo de Iglesia.
Un hombre casado con su familia y trabajo, con lo que le tocó, con lo que se conformó, aunque después de unas líneas, cuando bajemos el telón y aparezca su nombre iluminado con parpadeantes bombillas a muchos se les bajará la mandíbula hasta la barriga, pero totalmente equivocados;
Algunos dirán ―¡ qué dejado!― otros, ―¡ Coño, pero si no salía del Bar Palacio!―…. Y los que menos lo conocieron ―¡Qué perro que era!―.
Con esfuerzo, se pudieron comprar un tractor con más primaveras que Benito el de la Plaza, con más horas a la espalda que la mula del Cisquero y más kilómetros que su perro Sergio, pero andaba, incluso pasaba la “iteuve”, su pegatina al cristal bien pegada;
― Seguro que has sacado la escopeta para que te den la pegatina― Escuché una vez decir a Juan el de Palacio.
― ¡ Pero que el tractor está bien, vaya manía que tenéis con mis cacharros!
― Lo mismo que el Chrysler lleno de mierda que tienes siempre aquí aparcado, a ver si lo lavas―
― ¿ Ya estamos? es un coche para ir al campo. Decía el hombre señalando hacia la plaza
… Y era cierto, pues en época de recolección montábamos todos en el Chrysler 180 lleno de polvo y tierra rezando porque arrancara, y si lo hacía, dirigiéndonos primero a la cochera para meter todos los “archipisques” en el remolque. Mantones, corbatas, espuertas, varas de nogal y alguna que otra de fibra, de las modernas y en el maletero del coche, rodilleras, talegas y litronas para la liga, sin tilde, pues para quien no lo sepa, echar la liga sin tilde es hacer una parada corta, pero si lleva tilde en la “a”, es decir, ligá, la cosa se complica, se alarga hasta que el cuerpo quiera.
Eran tiempos en los que las “salteás” también contaban, tiempos en que si soltabas la vara era para tirar del mantón, echarse al lomo aquellas espuertas blandas, de aquellas que se adaptaban a hombro, brazo y espalda como si a medida las hubiesen fabricado, o para arrodillarse junto a las mujeres a coger del suelo… no sé qué era peor, si que te abrazase la espuerta o estar de rodillas cogiendo aceitunillas, y al dueño del tractor lo último no le gustaba, lo odiaba.
La cuadrilla no tenía desperdicio, El Mergo, Ana Mallenco, Mayte Parra, Consolación, Paco Mallenco y el que ahora escribe, y por supuesto, también el dueño del Chrysler y del tractor…
Fue alguien que pese a sus cortos presupuestos nunca escatimó en jornal o tiempo, nunca daba una voz más alta que otra a no ser que Paco Mallenco y un servidor llegásemos de empalme tan contentos, derechitos desde la Willy-Chafi a Palacio con el cuerpo hecho bicarbonato, incluso en alguna de ésas nada decía, nos observaba con sus manos a la espalda y su Celtas en la boca meciéndose de atrás a adelante en silencio, esperando a que terminásemos de sorber el café que ningún efecto nos hacía, siendo entonces cuando más miedo nos daba porque cambiaba de finca a la que más piedras y cuesta tenía.
A las diez de la mañana, espuerta “parriba” espuerta “pabajo” teníamos los cubatas sudados. No recuerdo el nombre de la finca, pero era una que la tenía expresamente guardada para nosotros como castigo divino, que a día de hoy, mientras escribo éstas líneas en su honor, con seguridad afirmo que el hombre en su casa agarró las escrituras y haciendo un tachón al nombre de la finca escribió por encima ―“Parcela de Paco y Emilio”―, ¡ cómo nos la jugaba!, hasta que aprendimos claro…
Un año lo pillamos con el pié cambiado, dijimos abrir tajo por “nuestra parcela” y a la semana nos la quitamos, ya el resto era casi llano, ya se podía salir por la noche y no echar las tripas en ésas olivas del diablo.
Lo que no sabíamos era que ése año también él tenia para nosotros un regalo, y a mitad de campaña aparece con una caja, le faltó el lazo…
Al abrirla, vemos algo nuevo, reluciente, de estreno, una Masterblock 2000, ¡qué alegría de veintitrés kilos al hombro colgados!, ¡qué bamboleo! ,qué algarabía llegar al sábado y decir ―hoy no salgo, que se me recoloquen los huesos―.
Como antes decía, casi nunca discutía, casi nunca hasta que aparecía su hermano con un ojo donde hizo la mili y el otro en Pamplona, que desde aquí mando mi más sincero abrazo aunque ya no pueda leer éste relato.
Cuando coincidían los dos era mejor que un Real Madrid Barcelona;
―¡Pero Juande! ¿ Y éstos chupones?
―¡Lino, te vuelvo a decir que éste año no me ha dado tiempo con la corte! ¡ Haber “venío” tú!
―¡La tripa Jorge! Exclamaba el vizco encaramado al pie del olivo y dando varetazos a un chupón de cinco metros de alto.
Y así todo el día, si no era por los chupones era por los kilos, por la hojarasca, o por los chorreones de aceite que derramaba el tractor, lo que fuera. En una cosa sí que estaban de acuerdo, en el amor.
Tenían dos buenas esposas, hermanas, apretás, aldeanas con la mezcla peculiar de aquellas tierras entre andaluzas, castellanas y serranas, en fin, dinamita pura si nos referimos a lindes, tierras y vapores olivareros. De aquellas mujeres que a uno lo ponen firme sin jurar bandera, de aquellas que le firmas los jornales si levantan una ceja.
Lo que más le gustaba era la caza. Cuando se abría la veda el hombre se quedaba allí en los olivos con su pájaro de reclamo, “cuquilleando”.
En segundo orden, los días lluviosos de aceituna, cuando nos íbamos a La Noguera a disfrutar de las mejores vistas de La Carnicera a echar la ligá, con tilde en la “a”, con una buena lumbre apurando y compartiendo talegas, bebiendo cerveza y vino de la bota que nunca olvidaba,que tanto le gustaba, apuntando con el chorro entre sus dientes mellados sin derramar una sola gota ¡qué habilidad tenía el “joío”!.
Juan De Dios Alfaro nos dejó hace unos años, fue un hombre entrañable, cariñoso, leal y persona buena, querido por todos los que tuvimos la suerte de conocer y mal juzgado por otros muchos que no lo trataron.
muito dele está a aparecer em toda a Internet sem o meu acordo.
Thanks for sharing. I read many of your blog posts, cool, your blog is very good.
pokračovat v tom, abyste vedli ostatní.|Byl jsem velmi šťastný, že jsem objevil tuto webovou stránku. Musím vám poděkovat za váš čas
Your article helped me a lot, is there any more related content? Thanks!
webové stránky jsou opravdu pozoruhodné pro lidi zkušenosti, dobře,
Znáte nějaké metody, které by pomohly omezit krádeže obsahu? Rozhodně bych ocenil
vykřiknout a říct, že mě opravdu baví číst vaše příspěvky na blogu.
Também tenho o seu livro marcado para ver coisas novas no seu blog.
Your point of view caught my eye and was very interesting. Thanks. I have a question for you.
I don’t think the title of your article matches the content lol. Just kidding, mainly because I had some doubts after reading the article.
I thoroughly enjoyed this article. The analysis was spot-on and left me wanting to learn more. Let’s talk more about this. Check out my profile for more engaging discussions.
Thank you for your sharing. I am worried that I lack creative ideas. It is your article that makes me full of hope. Thank you. But, I have a question, can you help me?
Can you be more specific about the content of your article? After reading it, I still have some doubts. Hope you can help me.